En caso de hacer un balance, los Juegos Olímpicos de París podrían aparecer entre los más controversiales de los últimos tiempos. Una de las máximas polémicas tuvo como protagonista a Jordan Chiles, la gimnasta estadounidense a la que la despojaron de una medalla en los ejercicios de piso. Y, fue tan grande lo que se originó, que aún siguen las repercusiones.
La Federación Internacional de Gimnasia (FIG) se encuentra en el centro de una polémica que sacude los cimientos de este deporte. La reciente decisión del Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) de revocar el tercer puesto de la norteamericana, tras una apelación de la Federación Rumana de Gimnasia, destapó una serie de irregularidades en los procedimientos de la FIG.
Un informe exhaustivo de 29 páginas, resultado de la apelación de Chiles, puso al descubierto fallas significativas en la manera en que la FIG gestiona las competencias. Entre las irregularidades más destacadas se encuentra la ausencia de un protocolo claro para monitorear los tiempos de las solicitudes de revisión de puntuación, así como la incertidumbre en cuanto a quién de los entrenadores de Chiles presentó la solicitud en París. Estos hallazgos provocaron dudas sobre la transparencia y la eficiencia de los procesos internos de la FIG.
Ante la creciente presión, el presidente de la FIG, Morinari Watanabe, se vio obligado a emitir un comunicado en el que reconoce los errores cometidos y asume la responsabilidad por lo ocurrido. Watanabe admite que la organización fue reacia a adoptar nuevas tecnologías en el sistema de puntuación, lo que contribuyó a este desafortunado incidente. El presidente japonés señala que la FIG debe evolucionar y adaptarse a los tiempos, superando sus propias tradiciones para garantizar la equidad y la transparencia en las competencias.

Jordan Chiles, una de las grandes protagonistas de París
Una voz fuerte
"Esta tragedia no debe volver a ocurrir", afirmó Watanabe en el boletín de la FIG. "La FIG solía ser pionera en la introducción de tecnología en las federaciones internacionales, pero ahora nos hemos quedado atrás. Necesitamos un cambio, necesitamos desafíos y necesitamos el coraje para avanzar".
Sin embargo, las palabras de Watanabe no fueron suficientes para calmar las aguas. Numerosas voces, entre ellas la de la exgimnasta olímpica Aly Raisman, se levantaron para exigir cambios profundos en la FIG. Raisman y otros atletas expresaron su preocupación por la falta de transparencia en la gestión de incidentes controvertidos y pidieron una mayor participación de los deportistas en la toma de decisiones.
La controversia en torno a la medalla de bronce de Jordan Chiles puso de manifiesto la necesidad urgente de reformar la FIG. La organización debe modernizar sus procedimientos, garantizar la transparencia en todas sus operaciones y restablecer la confianza de los atletas, entrenadores y aficionados en todo el mundo.