Luis Ortiz, el ex marido de Gunilla von Bismarck, ha muerto a los 74 años. Ortiz, emblema de la jet set marbellí, ha muerto en la ciudad andaluza a causa de un cáncer de próstata, según ha adelantado el Diario Sur. El mismo medio asegura que el fallecimiento se produjo el lunes por la noche en el hospital Quirón de Marbella aunque la noticia se ha dado a conocer este martes. Ortiz acudía a sesiones de diálisis desde hacía bastante tiempo. Hasta el último momento estuvo arropado por Gunilla y por su hijo, Francisco.
Su última aparición pública se produjo el pasado mes de abril junto a su ex mujer, con la que seguía viviendo a pesar de que se habían divorciado en 1989, en la celebración del 70 aniversario del Marbella Club. En aquella ocasión se hizo visible su deterioro físico ya que apareció en silla de ruedas.
Otra de sus últimas apariciones se produjo hace dos años, en el festival Starlite, en un concierto de Miguel Ríos. En esta última edición Gunilla acudió sin su ex marido, acompañada por su hijo y su nuera.
En los últimos años el estado de Luis Ortiz era bastante delicado y sus apariciones, escasas. Nació en Madrid pero vivió durante décadas en Marbella, la ciudad de la que fue emblema y símbolo de los años dorados de la jet, al igual que Gunilla, la aristócrata alemana con la que se casó en 1978. Fruto de esa unión nació su único hijo, Francisco, que le dio dos nietos, Luis y Fran.
Gunilla conoció al que sería el amor de su vida en los años 70 en la ciudad andaluza. Ortiz formaba parte de Los Choris, junto con Yeyo Llagostera, Antonio Arribas y Jorge Morán, el grupo que animó las mejores fiestas marbellís. "Éramos unos tíos cojonudos, de puta madre", admitió a LOC Ortiz en una entrevista en 2020.
En aquella ocasión confirmó que ya no vivía, en Villa Sagitario, la mega mansión que Gunilla decidió subastar por 50 millones de euros, "pero seguimos en Istán", aseguró. "Lo que creamos hace 50 años son cosas que ves en la Ilíada y la Odisea. Era una época maravillosa con la ex emperatriz Soraya y el tío Jaime [De Mora y Aragón]. Aquello fue la semilla de todas las marbellas que vinieron después. Fue un sitio con clase, limpio y la gente importante se sentía protegida, hasta que Gil trajo la morralla", confesó.
Según el Diario Sur, no se instalará capilla ardiente pero sí se celebrará el próximo sábado 21 una misa en Marbella para despedirle.